VENTAJAS
El desarrollo de un proyecto mediante el
uso del lápiz y el papel nos da como resultado un plano a una determinada
escala. Al momento de tomar decisiones, el diseñador de interiores siempre
tiene la visión global del proyecto. Esta visión general permite resolver de
manera más acertada cualquier tipo de inconveniente o modificación a mano
alzada (en un primer momento) o directamente con escala y medida.
De la misma manera, en los primeros esbozos creativos, la plasticidad
que presenta un lápiz blando, marcador o carbonilla, no ha podido ser imitado
por ningún otro sistema o método. Gracias a la simplicidad de los elementos
utilizados y su bajo costo, cualquier estudiante desde sus inicios, tiene
acceso y capacidad para desarrollar dibujos técnicos y documentos con una
calidad que irá en incremento a medida que su experiencia frente a la hoja en
blanco aumente.
DESVENTAJAS
Si bien, esta
plasticidad frecuenta al elemento creativo en el proceso de diseño, el mismo se
encuentra con sus primeras barreras al encontrarse frente al cambio de escalas
y al ajuste de medidas. Es necesario, durante el transcurso de una
documentación, pasar planos de escalas y realizar correcciones constantemente,
aun una vez comenzado el diseño. Tanto el tiempo utilizado para estas correcciones
como el utilizado para el pasado en limpio de las laminas, es una de las
grandes dificultades, ya que es común cometer errores durante el dibujo y es
necesario recurrir al trincheteado de las laminas.
De la misma manera,
para comprender el espacio interior y exterior es necesario elaborar múltiples
perspectivas y modelos a escala para tomar decisiones sobre los elementos de
composición, volumetrías y espacios. Debido a que este proceso es tedioso y requiere
gran cantidad de horas de trabajo y conocimientos, por lo general se resuelven
mediante croquis a mano alzada fuera de escala y modelos reales volumétricos
simples o con poco grado de detalle.
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